Para la realizaciòn de esta actividad se suguiere ppreparar previamente una historia sobre un recorrido que involucre diversos animales, sonidos onomatopèyicos y movimientos motores gruesos siguiendo diferentes tipos de lìneas, desarrollo del equilibrio, de gestos y movimientos ràpidos o lentos.
Esta actividad se puede adcuar para realizarse en el salòn de clases o de usos mùltiples, en una zona al aire libre o donde se considere pertinente desarrollarla.
Se puede iniciar practicando la forma de andar de los animales seleccionados en la historia, asì como los sonidos que emiten, luego, continuar con la narraciòn para los niños y las niñas dramaticen la aventtura, realizando los movimientos y sonidos. Se recomienda que, a medida que se desarrolle cada una de las actividades, se pregunte el nombre de la parte del cuerpo o los sentidos que se utilizaron.
UN DÍA EN EL ZOO
Hacía una
semana que la profesora de Daniel, había anunciado en clase que iban a irse de
excursión al zoo.
Desde
aquel día Daniel y sus amigos habían estado contando los días, pues la idea de
pasar una jornada viendo animales les parecía algo estupendo.
Por fin
había llegado el gran día. De camino al zoo todos los niños iban cantando
canciones y pasándoselo genial.
Al llegar
al zoo, un señor les estaba esperando, era el guía y se encargaría de
enseñarles todo el zoo y de explicarles cosas sobre los animales.
El zoo
era muy grande y había todo tipo de animales. Daniel y su amigos estaban
entusiasmados, entre los animales que habían se encontraban, los fieros leones,
los dormilones osos, los grandes elefantes, las altísimas jirafas, los
simpáticos pingüinos, los amistosos delfines, los divertidos monos...Cada
animal tenía algo de especial y todos están disfrutando del paseo.
De pronto
sonó una voz de alarma, uno de los monos se había escapado de la jaula e iba
corriendo y asustando a la gente por todo el zoo.
Los
cuidadores del zoo intentaban cogerle pero no podían, entonces Daniel y sus
compañeros, decidieron unirse a la captura y por fin le cogieron.
Los
cuidadores se pusieron muy contentos y le dieron las gracias a Daniel y sus
compañeros, como recompensa por su ayuda, el dueño del zoo les invito a bañarse
en la piscina con los delfines.
Todos los
niños empezaron a gritar y reír de alegría y de esta forma pasó la tarde,
jugando y divirtiéndose con los delfines.
Para
Daniel y sus compañeros este fue el mejor día de su vida.
VALORA LO QUE TIENES
Había
una vez un elefante que se pasaba todo el día comiendo.
Cansado de comer las
plantas de la selva, decidió irse al Zoológico. Antes de irse llamó a la
Tortuga dormilona y le contó que se iba a ir al Zoológico y le dijo que se lo
contase a todos los animales para que se fuesen con él, la Tortuga sorprendida
le dijo: ¡estás loco! -¿Cómo vas hacerlo? a lo que el Elefante contesto: – te
he dicho que los llames a todos, y la Tortuga dijo: – está bien, está bien, ya
voy.
Entonces vinieron el León malo y triste de no tener niños para asustar y
el Mono aburrido de comer plátanos todo el día. Estuvieron hablando con el
Elefante y decidieron irse con él al zoológico. A la mañana siguiente el
Elefante los despertó muy temprano para idear el plan de cómo llegar al
zoológico. Decidieron esconderse en un barco que iba a la ciudad, estuvieron
viajando todo el día. Al día siguiente el Mono se despertó y les dijo a sus
amigos: – Hemos llegado, hemos llegado, ya puedo ver el Zoológico.
Se quedaron todo el día escondidos hasta que se hizo de
noche para salir camino del zoológico, cuando llegaron se encontraron con un
Avestruz y les contó que estaba deseando irse. Se quedaron todos sorprendidos y
la Tortuga le preguntó. – ¿Porque te quieres ir? – Porque no tengo espacio para
correr, me paso el día entero encerrada en una jaula. Y el Pingüino triste
dijo: – Aquí no hay hielo.
Y el Gorila desde su jaula dijo: Nos pasamos el día
entero encerrados en nuestras jaulas, ayudarnos a salir por favor.
El elefante
al escuchar lo que le decían los animales, se puso muy triste al darse cuenta
que el zoológico no era lo que él pensaba decidió que lo mejor era salvar a
todos los animales de sus jaulas…. mientras buscaban las llaves de las jaulas
para salvar a los animales el León malo dijo: – ¡Estás loco! yo no quiero irme,
yo vine para asustar niños y quiero quedarme. A lo que el Gorila le dijo: – Si
asustas a los niños, te dejan sin comer todo el día, porque aquí los niños
vienen a divertirse.
Entonces el León dijo: – Vámonos de aquí, hay que
salvarlos ya.
Entonces vino el Mono con las llaves que encontró en la caseta
del guarda que está dormido y comenzaron a abrir todas las jaulas. Y en
silencio salieron todos los animales del zoológico camino del puerto. Al llegar
vieron que había un barco a punto de partir, subieron enseguida al barco y se
escondieron para no ser vistos. Al llegar a la selva les contaron al resto de
los animales todo lo sucedido.
Celebraron una fiesta para darles la bienvenida
a los nuevos animales y nunca más se han vuelto a quejar de vivir en la selva.
Con lo que les paso todos aprendieron a valorar lo que tienen y no echar de
menos lo que no tienen.
EL REGALO MAGICO DEL CONEJITO POBRE
Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.
Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.
Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.
Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.
En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!
Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!
Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos
Muy importante e interesante informacion.Siga asi :D
ResponderEliminarMuy buen material para tomarlo rn cuenta a la hora de impartir una clase!!
ResponderEliminarMuchas Gracias
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